nace del canto de una mujer que se oía entre las vides

Un Legado de amor por la tierra, vinos que trascienden en el tiempo
Mendoza, argentina
1949

En el corazón de Mendoza, donde el sol abraza los viñedos y la Cordillera de los Andes custodia nuestros sueños, Familia Rubino despliega su historia en un relato apasionado de dedicación, donde el amor por la tierra se transforma en cada fruto. Fundada en 1949 por los hermanos Santos y José Nicolás Rubino, nuestro legado se ha transmitido de generación en generación, arraigado en la pasión por crear vinos que evocan emociones y recuerdos: son un tributo a nuestra herencia, un reflejo del alma mendocina, un pedacito de nuestra Argentina.

Hoy, nuevas generaciones de la Familia Rubino continúan escribiendo esta historia, con el mismo entusiasmo y compromiso por la tierra que sus antepasados. Pero también con una mirada hacia el futuro, impulsando el crecimiento de la bodega y abrazando la innovación. Nos modernizamos con nuevas técnicas y maquinarias, buscando siempre la excelencia en cada etapa del proceso, desde el cuidado de nuestros viñedos hasta la elaboración de nuestros vinos.

Cada botella encierra el espíritu de nuestra tierra, un viaje sensorial que recorre las emblemáticas regiones vitivinícolas de Mendoza. Desde la calidez de Maipú hasta la serenidad de Rivadavia y la majestuosidad del Valle de Uco, nuestros viñedos se nutren de la riqueza de cada terruño.

Somos una familia, somos tradición, somos el fruto de la esencia que trasciende el tiempo. Te invitamos a descorchar nuestra historia, a descubrir la pasión que fluye en cada gota, a brindar por los sueños que se hacen vino, a celebrar nuestra tierra, nuestra gente, nuestra Argentina.

Familia Rubino: donde la tradición se encuentra con la innovación, y cada copa es un homenaje a la tierra que amamos, a la Mendoza que nos inspira.